Ya estoy aquí otra vez. Y para no variar tengo mucho que contar. Supongo que lo más fácil es empezar por lo que he hecho estos dos días así que vamos a ello.
Como os adelanté fui a darme un masaje, aunque la experiencia fue algo más peculiar de lo que cabría esperar. Resulta que el spa (con ese nombre colgado en la puerta) no era tal, sino un ¡puticlub! Os cuento. Aquí en China en vez de existir los clubs de carretera como en España lo que se lleva son las peluquerías y spas con servicio de masajes. Por supuesto, eso nosotras no lo sabíamos y más ignorantes que nadie fuimos al spa de aquí al lado (ya nos mosqueó un poco que estuviera pintado de rosa…) y en cuanto pusimos el pie en la escalera el portero nos dijo que no. Claro, podéis imaginarnos intentando explicar que queríamos un masaje: lo cogimos y nos pusimos a hacer como que le dábamos un masaje diciendo “anmo, anmo, women yao anmo” (masaje, masaje, queremos masaje), que es la palabra que aparece en el diccionario. Pues no había manera. Julia decía que nos pedía una tarjeta especial y Marina hacía acopio de fuerzas (es la que más controla de todas nosotras) para entender todo lo que nos decía. A todo esto que sale uno se seguridad trajeado y con el pinganillo en la oreja y empieza a hablar con el portero señalándonos. Y en ese momento dice Ali: “oye, este es el carácter de ofrecer trabajo/buscar empleados”, y digo yo “ah sí, pero según el carácter que aparece al lado solo quieren mujeres”… Qué ridículo. Entonces se le encendió la luz a Marina y nos dimos cuenta de que eso era un puticlub!!!!! Bueno, por eso y porque nos dijeron “vosotras no podéis entrar, pero vuestros amigos sí”. Qué risas. Pues no acaba aquí la cosa, no. Al cabo de un rato nos contaron que es que la palabra “anmo” es el eufemismo chino de ¡¡puta!! Yo no sé esa gente que pensaría de nosotras “panda de depravadas occidentales, que vienen buscando putas para ellas!!”. Qué risa, qué risa. Ahora ya sabemos cuáles son los puticlubs y cómo se anuncian las prostitutas (en los hoteles llaman por la noche a la habitación ofreciendo masajes). Qué ridículo más grande madre. Ahora que nos tronchamos de la risa todas. Al final encontramos un sitio donde hacían “masajes de verdad” y no estuvo mal, 1h por 6 euros, jejeje.
Las dos últimas noches he cenado en sitios occidentales cuyo precio está fuera del alcance de la inmensa mayoría china (una cerveza me costó dos euros y la cena, aunque barata ambas veces han sido 5-6 euros). Pero bueno, se agradece una ensalada mediterránea y un buen tenedor con su cuchillo de vez en cuando, que estamos ya medio hartos de los palillos (soy incapaz de coger más de 4 granos de arroz cada viaje y, claro, se eterniza demasiado) y las salsas. Por cierto que, por si no lo sabéis, la razón por la que utilizan los kuaizi es poque “las armas están prohibidas en la mesa”. Interesante, ¿verdad? Ah y otra cosa: los chinos duermen la siesta y no admiten que les molesten mientras duermen (aunque bueno, esta gente se queda dormida en cualquier sitio, ¡¡es increíble!!).
Ayer por la tarde fuimos al Mercado de la Seda (Xiushui shichang) y luego al lago Hou Hai. El mercado este la verdad que no tiene mucho. Bueno, si no tienes intención de comprar nada en concreto. Es un edificio de 5 plantas (hace un año estaban todos en la calle) que alberga decenas de puestos de ropa, maletas, bolsos, perlas, maquillaje, gafas, relojes, zapatos, fotografías, pinturas y, por supuesto, seda. Es evidente que en este sitio sí que encontré a muchos occidentales. Lo único que me parece verdaderamente reseñable es que ahí TODO EL MUNDO habla (quien dice habla dice se entiende) inglés y… ¡¡¡castellano!!! Resulta que somos nosotros los que más les compramos así que en cuanto te oyen empiezan “amigo, amigo, qué te gusta, cuánto pides”. Y en inglés no se cortan: desde “my friend, my friend” hasta “hello sexy lady”. Muy fuerte. Por algo será que también copian a Custo. Para ser sincera no me gustó demasiado el sitio, sobre todo porque los chinos eran SÚPER agresivos. Yo tuve un episodio súper violento con una china que acabó hasta dándome un golpe en la espalda (si la veis agarrándome de las muñecas, el bolso, la camisa, …). Es que no se dan cuenta de lo agresivos que resultan para los occidentales. De verdad que alguien debería explicárselo porque si fueran más suaves estoy convencida de que venderían el doble. Es que es súper agobiante, no podéis imaginarlo. ¡Si hasta te persiguen de tienda en tienda! En fin, que se le quitan a una las ganas de comprar (y menos de regatear).
Como os adelanté fui a darme un masaje, aunque la experiencia fue algo más peculiar de lo que cabría esperar. Resulta que el spa (con ese nombre colgado en la puerta) no era tal, sino un ¡puticlub! Os cuento. Aquí en China en vez de existir los clubs de carretera como en España lo que se lleva son las peluquerías y spas con servicio de masajes. Por supuesto, eso nosotras no lo sabíamos y más ignorantes que nadie fuimos al spa de aquí al lado (ya nos mosqueó un poco que estuviera pintado de rosa…) y en cuanto pusimos el pie en la escalera el portero nos dijo que no. Claro, podéis imaginarnos intentando explicar que queríamos un masaje: lo cogimos y nos pusimos a hacer como que le dábamos un masaje diciendo “anmo, anmo, women yao anmo” (masaje, masaje, queremos masaje), que es la palabra que aparece en el diccionario. Pues no había manera. Julia decía que nos pedía una tarjeta especial y Marina hacía acopio de fuerzas (es la que más controla de todas nosotras) para entender todo lo que nos decía. A todo esto que sale uno se seguridad trajeado y con el pinganillo en la oreja y empieza a hablar con el portero señalándonos. Y en ese momento dice Ali: “oye, este es el carácter de ofrecer trabajo/buscar empleados”, y digo yo “ah sí, pero según el carácter que aparece al lado solo quieren mujeres”… Qué ridículo. Entonces se le encendió la luz a Marina y nos dimos cuenta de que eso era un puticlub!!!!! Bueno, por eso y porque nos dijeron “vosotras no podéis entrar, pero vuestros amigos sí”. Qué risas. Pues no acaba aquí la cosa, no. Al cabo de un rato nos contaron que es que la palabra “anmo” es el eufemismo chino de ¡¡puta!! Yo no sé esa gente que pensaría de nosotras “panda de depravadas occidentales, que vienen buscando putas para ellas!!”. Qué risa, qué risa. Ahora ya sabemos cuáles son los puticlubs y cómo se anuncian las prostitutas (en los hoteles llaman por la noche a la habitación ofreciendo masajes). Qué ridículo más grande madre. Ahora que nos tronchamos de la risa todas. Al final encontramos un sitio donde hacían “masajes de verdad” y no estuvo mal, 1h por 6 euros, jejeje.
Las dos últimas noches he cenado en sitios occidentales cuyo precio está fuera del alcance de la inmensa mayoría china (una cerveza me costó dos euros y la cena, aunque barata ambas veces han sido 5-6 euros). Pero bueno, se agradece una ensalada mediterránea y un buen tenedor con su cuchillo de vez en cuando, que estamos ya medio hartos de los palillos (soy incapaz de coger más de 4 granos de arroz cada viaje y, claro, se eterniza demasiado) y las salsas. Por cierto que, por si no lo sabéis, la razón por la que utilizan los kuaizi es poque “las armas están prohibidas en la mesa”. Interesante, ¿verdad? Ah y otra cosa: los chinos duermen la siesta y no admiten que les molesten mientras duermen (aunque bueno, esta gente se queda dormida en cualquier sitio, ¡¡es increíble!!).
Ayer por la tarde fuimos al Mercado de la Seda (Xiushui shichang) y luego al lago Hou Hai. El mercado este la verdad que no tiene mucho. Bueno, si no tienes intención de comprar nada en concreto. Es un edificio de 5 plantas (hace un año estaban todos en la calle) que alberga decenas de puestos de ropa, maletas, bolsos, perlas, maquillaje, gafas, relojes, zapatos, fotografías, pinturas y, por supuesto, seda. Es evidente que en este sitio sí que encontré a muchos occidentales. Lo único que me parece verdaderamente reseñable es que ahí TODO EL MUNDO habla (quien dice habla dice se entiende) inglés y… ¡¡¡castellano!!! Resulta que somos nosotros los que más les compramos así que en cuanto te oyen empiezan “amigo, amigo, qué te gusta, cuánto pides”. Y en inglés no se cortan: desde “my friend, my friend” hasta “hello sexy lady”. Muy fuerte. Por algo será que también copian a Custo. Para ser sincera no me gustó demasiado el sitio, sobre todo porque los chinos eran SÚPER agresivos. Yo tuve un episodio súper violento con una china que acabó hasta dándome un golpe en la espalda (si la veis agarrándome de las muñecas, el bolso, la camisa, …). Es que no se dan cuenta de lo agresivos que resultan para los occidentales. De verdad que alguien debería explicárselo porque si fueran más suaves estoy convencida de que venderían el doble. Es que es súper agobiante, no podéis imaginarlo. ¡Si hasta te persiguen de tienda en tienda! En fin, que se le quitan a una las ganas de comprar (y menos de regatear).
Hou hai, sin embargo, ME ENCANTÓ. Es un lago de Pekín súper grande y como dividido popularmente en dos zonas: occidentales a la izquierda (por cierto que aquí el orden es este, oeste, sur y norte; y los compuestos son en plan oeste-norte, este-sur, etc.) y orientales a la derecha. Pero bueno, yo lo vi todo mezclado: gentes, comidas y música. Ah y a la entrada vi a un montón de chinos bailando música tradicional (en plan versión china de un vals). Es una pena que fuera de noche porque las fotos no salen nada nada bien, pero bueno, volveré de día que también hay tiendas y muy chulas. Ya lo veréis ya.
Ya llevo un montón escrito pero, en fin, voy a seguir. ¡Es que tengo tanto guardado en la cabeza que me da miedo perderlo si no lo plasmo en palabras! Os voy a contar ahora algunas curiosidades. Para empezar es una costumbre china escupir por la calle. Sí, sí. Por asqueroso que os resulta si venís aquí no podéis daros por ofendidos porque es costumbre popular. Ahora bien, el gobierno chino (consciente de la imagen que generan en Occidente) ha decidido acabar con esa costumbre y ahora está prohibido bajo multa de 150 yuanes o algo así. Para lo que era creo que sí que ha funcionado, aunque eso no quita para que todos los días vea (y oiga, eggggggg) a la gente practicando este rito. Por mucho que quieran preparar Pekín para los Juegos (en la tele hay anuncios de chinos sonriendo que ayudan a los extranjeros extraviados, ya sabéis cuál es la idea no? “nuestra sociedad es tan perfecta y estupenda que no podemos sino enseñárselo a los demás”) no estoy nada convencida. Las obras yo creo que podrán acabarlas y dejarlas listas (la cifra oficial es de 1 o 4 personas fallecidas pero se calcula que solo en un accidente en el estadio hace unas semanas murieron 400 obreros) porque con la caña que se meten y el poco tiempo que pierden en seguridad (hasta las que limpian mi residencia sacan todo el cuerpo afuera para limpiar las ventanas [hay hasta 17 pisos], casi me caigo del susto cuando las vi el otro día) … Además, si Atenas pudo fijo que Pekín también. Pero el servicio al ciudadano extranjero está por verse. Para empezar esta ciudad tiene una contaminación IMPRESIONANTE. Llega hasta tal punto que el gobierno bombardea las nubes con no sé qué de plata para despejar el cielo y conseguir que llueva. Han asegurado que pueden controlar el tiempo, o eso dijeron cuando los atletas se quejaron (aquí no respirarán ni de casualidad; 1 día en Pekín son 10 cigarrillos…). Visto lo visto, yo me lo creo.
Otra historia son los taxis. Mejor dicho, los taxis-suicida. Aquí la gente pasa de carriles, de semáforos, de cedas, etc. En fin, que pasa básicamente de las reglas básicas de la conducción. Adelantan por todos los lados, se meten en cualquier hueco, atraviesan toda la autovía de derecha a izquierda, no ponen intermitente, cruzan a la vez (en verde o en rojo, qué más da!) peatones, autobuses, ciclistas, rikshaws, motos, coches, carros,… Bueno, bueno. Ali decía ayer que normal que el seguro de la beca nos cubra tanto, jeje. Y para qué voy a hablar de los baños. Son orientales claro (el plato de la ducha y ya está). Asqueroso, yo aún no he puesto el pie en ninguno (así que vuelvo siempre a la residencia con una prisa!!!!jaja).
Bueno, que me queda un montón por contar pero ya lo hago mañana.
Un besín
Ya llevo un montón escrito pero, en fin, voy a seguir. ¡Es que tengo tanto guardado en la cabeza que me da miedo perderlo si no lo plasmo en palabras! Os voy a contar ahora algunas curiosidades. Para empezar es una costumbre china escupir por la calle. Sí, sí. Por asqueroso que os resulta si venís aquí no podéis daros por ofendidos porque es costumbre popular. Ahora bien, el gobierno chino (consciente de la imagen que generan en Occidente) ha decidido acabar con esa costumbre y ahora está prohibido bajo multa de 150 yuanes o algo así. Para lo que era creo que sí que ha funcionado, aunque eso no quita para que todos los días vea (y oiga, eggggggg) a la gente practicando este rito. Por mucho que quieran preparar Pekín para los Juegos (en la tele hay anuncios de chinos sonriendo que ayudan a los extranjeros extraviados, ya sabéis cuál es la idea no? “nuestra sociedad es tan perfecta y estupenda que no podemos sino enseñárselo a los demás”) no estoy nada convencida. Las obras yo creo que podrán acabarlas y dejarlas listas (la cifra oficial es de 1 o 4 personas fallecidas pero se calcula que solo en un accidente en el estadio hace unas semanas murieron 400 obreros) porque con la caña que se meten y el poco tiempo que pierden en seguridad (hasta las que limpian mi residencia sacan todo el cuerpo afuera para limpiar las ventanas [hay hasta 17 pisos], casi me caigo del susto cuando las vi el otro día) … Además, si Atenas pudo fijo que Pekín también. Pero el servicio al ciudadano extranjero está por verse. Para empezar esta ciudad tiene una contaminación IMPRESIONANTE. Llega hasta tal punto que el gobierno bombardea las nubes con no sé qué de plata para despejar el cielo y conseguir que llueva. Han asegurado que pueden controlar el tiempo, o eso dijeron cuando los atletas se quejaron (aquí no respirarán ni de casualidad; 1 día en Pekín son 10 cigarrillos…). Visto lo visto, yo me lo creo.
Otra historia son los taxis. Mejor dicho, los taxis-suicida. Aquí la gente pasa de carriles, de semáforos, de cedas, etc. En fin, que pasa básicamente de las reglas básicas de la conducción. Adelantan por todos los lados, se meten en cualquier hueco, atraviesan toda la autovía de derecha a izquierda, no ponen intermitente, cruzan a la vez (en verde o en rojo, qué más da!) peatones, autobuses, ciclistas, rikshaws, motos, coches, carros,… Bueno, bueno. Ali decía ayer que normal que el seguro de la beca nos cubra tanto, jeje. Y para qué voy a hablar de los baños. Son orientales claro (el plato de la ducha y ya está). Asqueroso, yo aún no he puesto el pie en ninguno (así que vuelvo siempre a la residencia con una prisa!!!!jaja).
Bueno, que me queda un montón por contar pero ya lo hago mañana.
Un besín
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