viernes, 6 de julio de 2007

Más curiosidades


Volvemos a las andadaaaaaaas. Aquí estoy con otra tonelada de cosas que contar.

Ayer estuve en la Gran Muralla. Mejor dicho, estuve en el tramo de la muralla de Mutianyu. Yo no sabía que eran varios tramos independientes que solo se unieron una vez se llevó a cabo la unificación de China, como tampoco sabía que la que visitamos todos es solo una reconstrucción de no más de 200 años de la original, que está que se cae (en mi espacio hay alguna foto, aunque está tan dejada que el bosque la invade y casi ni se ve). De cualquier forma, es impresionante. Y AGOTADORA. Sudamos todos como cerdos y a medida que avanzábamos se iban produciendo las bajas, jeje. Al final sobrevivimos allí 3 horas seis de nueve (no está mal) y, aparte de tonificar los glúteos (escaleras pequeñas, escaleras grandes, cuestas, giros, para arriba, para abajo, …) tomamos el sol (imaginaros el “bronceado” tan cangrejo que tengo, jeje). Por si algún día os toca debéis saber que Mutianyu es una de las partes menos turísticas de la muralla porque las hay como Badaling que no se han andado con tonterías: ¿quién quiere pequeños puestecitos locales pudiendo construir un centro comercial?

La verdad es que nos lo pasamos muy bien y nos gustó mucho a todos. Eso sí, llegamos agotados. No obstante, era sábado, y en Pekín, así que evidentemente salimos. Fuimos a la zona occidental (Sanlitun) donde, como podéis imaginar, dominaban los guiris y los precios europeos. La verdad es que me lo pasé genial. La música era súper buena y el ambiente inmejorable. De todas maneras de aquí no me voy sin ir a una discoteca china, que ¡eso tiene que ser para verlo! Jaja

Aparte del día de ayer, que fue
increíble, tengo que contaros alguna que otra curiosidad. Por ejemplo que me he comprado un mapamundi en cuyo centro se sitúa el océano Pacífico. Es un cambio de perspectiva bastante grande. A veces conviene recordar que no vives en el centro del mundo (pese a que China [zhongguo] significa “la tierra del medio”; ¡anda que no son chovinistas ni nada!), ¿no creéis? A más de uno le vendría bien ponérselo en la pared de su habitación, por aquello de la cura de humildad…

Otra cosa muy curiosa de este país es el trabajo. Me explico. Aquí la gente se emplea en las tareas más ridículas que podáis imaginar. Por ejemplo, en las cajas de los supermercados está la cajera y la chica que mete la compra en las bolsas. Creo que la estrategia es ocupar a tantas personas como sea posible, aunque la labor que realicen sea nimia (si es que se puede considerar una “labor”). Por cierto, el SM aquí es de 550 yuanes. Echad cuentas…

Otras características importantes de este país-continente son: el mal olor (y no es que nosotros no estemos habituados y ellos sí porque en las zonas en las que huele mal hasta las chinas se tapan la nariz), el amor por los bordados, las flores y las mariposas (la que no lleva una cosa lleva la otra), la promoción de filmografía nacional (una entrada para una peli yanqui son entre 60-100 yuanes; una para una peli autóctona no pasa de 8 maos [una octava parte de un kuai, o sea yuan]) y la rectitud de los guardias/policías/militares/lo que sea (todos erguidos, impertérritos, aguantando impasibles el calor, caminando sincronizados y a una distancia EXACTA el uno del otro). La idea es que la población no esté al alcance de la influencia occidental. Claro que teniendo en cuenta los mcdonalds, starbucks, centros comerciales llenos a rebosar de marcas extranjeras (entre las que figuran la española de buses “Alsa” y de alimentación Nutrexpa [Colacao]) y publicidad occidentalizada [la cirugía estética más demandada en China ahora mismo es la de occidentalización de los rasgos]), pues no sé si vale para mucho.

Ah, otra cosa. Este es el país pirata por excelencia: libros, revistas, música, películas, taxis, buses, zapatos, ropa, complementos, electrónica, joyería, maletas, etc. etc. Aquí todo tiene su versión ilegal o pirata. Y si hay algo que no, no os preocupéis que es cuestión de tiempo que la saquen al mercado (en el mercadillo te sacan el catálogo de Prada y te preguntan si quieres algún modelo en concreto que no tengan en el puesto..). Muy fuerte. ¿Y qué hace la policía? Pues la verdad es que nada. De hecho, como ya os comenté, todo está controlado. Y los puestos piratas también (no todos, obviamente). Y en el súper pasa igual. Por cierto, nunca me había tocado ver tantos productos ¡¡¡tan desconocidos!!!

Me ha dicho un compañero que el otro día, en el taxi, la policía les paró porque sí, les hizo fotos a ambos (a él y al taxista), a la matrícula del coche y a todo lo que llevaban en él (viva la privacidad). Luego se enteró de que eso es una práctica normal y ¡extendida! En fin… Por último, respecto a los coches, me queda contaros que aquí la gente cuando tiene un accidente no se echa a un lado. No, se quedan donde están, en medio de la carretera a discutir. Podéis imaginaros las colas que llegan a provocar…

En fin, mañana seguramente vaya al Templo del Cielo y estamos planeando una excursión a Shanghai (“por encima del mar”). Ya os contaré más, será por falta de días, jejeje.

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