lunes, 26 de mayo de 2008

La "frippe"

Bueno, bueno, ya estoy aquí. Ya sé que me ha costado mucho regresar pero es que he tenido una temporada muy tranquila y prácticamente no he hecho nada. No obstante, y para que Espe se quede tranquila, voy a contaros un par de cositas.

La primera es que ya me he enterado de por qué los hombres no musulmanes tienen problemas para casarse con una musulmana (cosa que no ocurre al contrario). Resulta que en la concepción musulmana es el hombre el que transmite la religión a los hijos, por lo que ellos deben obligatoriamente convertirse al Islam si quieren casarse con, por ejemplo, una tunecina. Me han contado que en el judaísmo funciona justo al revés y que es la madre la que transmite la religión por lo que si yo fuera a casarme con un judío tendría que convertirme. Aunque de eso me tengo que informar porque tenía entendido que hacerse judío es francamente complicado…


Bueno, aparte del comentario religioso-cultural, tengo que comentar los “rastros” tunecinos (llamados frippe). Se trata de mercadillos donde se acumula ropa de segunda mano de todo tipo con precios que oscilan entre 1 y 5 dinares (entre 0,55€ y 2,7€ aprox.). El problema es que no puedes probarte la ropa, así que puede ocurrir que te quede estupendo (como a mis compañeras) o que llegues a casa con tu falda y tus pantalones “nuevos” y te encuentres con que una no te queda y los otros no te gustan. ¡Menos mal que fueron 3€!


Aparte de la excursión a la frippe de La Marsa, también puedo contaros la excursión al parque natural de El Fedja, una reserva limítrofe con Argelia. Lo más reseñable del día fue la lluvia, constante, que nos aguó, nunca mejor dicho el día. Aún así estuvo bien, sobre todo porque fue como sentirse un poco “en casa” (lo último que me hubiera esperado en este país era encontrar tantísimo verde). Bueno y también porque entrar en una tetería de pueblo y que todo el mundo te mire (atención a la foto) por guiri y por mujer (y me atrevería a decir que por pelirroja también), pues no deja de ser, cómo decirlo, sorprendente.

De todas maneras ya he oído a varias personas decir que en el pueblo bereber (que no es lo mismo que el pueblo árabe) hay muchos pelirrojos que, de hecho, los que viven en Argelia pueden colar por europeos. Yo desde que he llegado solo he visto a un tunecino pelirrojo (pero además con el pelo naranja naranja, como yo de pequeña, jeje), pero creo que hay alguno más por ahí suelto…

En fin, besotes!