lunes, 28 de julio de 2008

Y así va el verano...

¡La madre! ¡Pero qué rápido que pasa el tiempo! ¡Y qué abandonados que os tengo! En fin, más vale tarde que nunca. De todas maneras que conste que es que tampoco tengo gran cosa que contar porque como no tengo vacaciones y hace tanto calor pues no he hecho grandes viajes. Eso sí, he descubierto unas playas que me obligan a cambiar la afirmación esa de “el que quiera playa que se quede en España”. Ahora bien, hay que matizarla.

Resulta que las mejores playas de Túnez están medio dejadas de la mano de Dios, lo que implica que solo puedes llegar de una manera: con un coche y conociendo de antemano la existencia de la playa en cuestión, porque si no para rato. Eso sí, merece mucho la pena (aguas cristalinas y templadas, arena blanca, escasa gente, rêvez mes petits, rêvez). De todas maneras no es la única playa impresionante del país. Toda la costa del Cap Bon (excursión que hice en febrero, ver más abajo) es muy bonita y tiene playas estupendas. Os dejo aquí una foto de una cala escondida cerca de Cap Serrat (noroeste del país).

Este mismo viernes (fiesta aquí por ser el día de la República) estuvimos en un pueblecito al lado de Kelibia (NE) donde, eso sí, me sentí como una estrella del porno por culpa de unos nada disimulados chavales a los que hacía las delicias dándome crema. Y no me extraña, teniendo en cuenta que en esta playa sí que se veían burkinis con más frecuencia que en otras cercanas a la capital. A tal punto llegó la cosa que tuve que dejar de darme crema y tumbarme de la vergüenza que me estaba dando (media hora más tarde volví a intentarlo, aunque medio tumbada todavía, por aquello de que no me vieran). En fin, aparte de eso genial. Además comimos por tres euros en un restaurante de estos que dan grima por fuera pero que resulta que tienen una comida estupenda por dentro (me temo que hay que jugársela en estos casos. A veces sale rana y es una mierda, pero eso son las menos, normalmente funciona y te chupas los dedos).


Otra playa estupenda (y más turística, complejo hotelero incluido) es la de Mahdia, más al sur, donde pasé el finde pasado en casa de unas españolas que trabajan en un centro de discapacitados. Bueno en realidad ellas viven en un pueblo a media hora que no es nada turístico, así que como resultado de la tranquilidad que se respiraba en el zoco acabamos comprando como locos (alfombras, telas, pañuelos, anillos…) y encima más barato porque no era la capital. Total, un exitazo (así iba el coche a la vuelta, que nos las vimos y nos las deseamos para meter todo). La pena de estos sitios es que están lejos de Túnez así que necesitas transporte y tiempo.

Ante la falta de ambos durante los días de trabajo, a una no le queda otro remedio que adaptarse al medio (con su fauna, ejem), y hacer como Erika (la de la izquierda, Irma la de la derecha), quien ni corta ni perezosa se acabó plantando los pantalones del pijama incapaz de aguantar los vaqueros (dios qué suplicio). Aún así, cuando el calor aprieta hasta la falda te molesta y entre viajes en taxi y tés a la exigua sombra sin brisa de una terraza, al final acabas sintiendo el llamado efecto “me he meado encima”, que suena fatal pero de puro gráfico es lo mejor para traspasaros la sensación que se vive por aquí cuando el calor aprieta.

(Pd.: Erika, va por ti, que no se diga que no te hago publicidad, jeje)





Aparte de playa, básicamente lo único que hacemos es pasear por el zoco y salir a tomar algo por ahí. Os dejo esta foto de la Medina, a mi entender buen reflejo de lo que se puede ver por allí (guiris “con escote” [Inés, jeje], tunecina normal [Lobna, camiseta roja], tunecina tradicional [la mujer con gafas, velo y manga larga] y la que dudo que sea tunecina o de serlo es muy conservadora [esquina derecha]). Sinceramente, no sé ni cómo consiguen respirar con eso.

Ah bueno, y también hay que decir que este país en verano se anima, con conciertos, festivales y, para qué nos vamos a engañar, con turistas también. Hace como un mes estuvimos viendo un espectáculo de circo de la escuela tunecina (que, por lo visto, junto con no sé qué escuela francesa, es de las mejores) y, francamente, nada que ver con la idea de circo tradicional que yo tenía en la cabeza. Menudas acrobacias, puesta en escena y dominio de la técnica. Y lo mejor de todo es que viéndolos parecía tan fácil (nada más lejos de la realidad, claro)... Lamentablemente no tengo fotos porque era ya de noche y no se podía utilizar flash (vale, a mi se escapó, 1.000 perdones, pero fue sin querer y además no se ve nada porque están en movimiento), así que os dejo una de la mezquita del barrio donde fue el espectáculo.

Así que ya veis, este está siendo mi verano. Bastante diferente de lo que venía siendo habitual los últimos años (creo que nunca había tomado el sol con esta frecuencia en la playa [no, no estoy morena si eso es lo que estás pensando]). En fin, más para la próxima.

Besosssssssssssssssssssss

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no está mal tu verano eh, mucho te quejas pero yo no lo veo tan mal!!! playas solitarias! quien me diera... si aún lo echarás de menos

bicos

sunayani dijo...

Holaaa
me he colado en tu blog. Me mola mucho como escribes!
Una pena no poder sacar las fotos con flash el día del circo, eh, a ver si hay algún otro espectáculo pronto y vamos a verlo.
Besucos y no me pases mucho calor