Buenooooooooo, parece mentira pero no solo ha pasado un mes ya sino que el verano se ha acabado, las clases y el trabajo ya han empezado y el frío comienza a dejarse sentir (qué gusto).
Espero que esta vez no sufra ningún retraso porque si no, con el madrugón que me tengo que dar, creo que me dará un ataque nervioso en la misma cola de facturación, jeje.
En fin, llevo la maleta hasta los topes: de ropa y de ilusión. Nunca he estado en Irlanda y tengo muchas ganas de ver esas callejuelas de Dublín y ese verde tan verde que tienen por allá (aunque después de Suiza tiene que ser algo realmente impresionante para dejarme con la boca abierta!), así que veremos qué pasa en estas tres semanas!!!