Para los que me hacían camino de Pekín tengo noticias: estoy en Guadalajara, en un hotel de 4 estrellas esperando a que haya noticias de mi avión que lleva (de momento) 14 horas de retraso. Es decir, que en vez de salir de Barajas a las 11:20 pues saldré a las 2 de la mañana, y eso si se cumple lo previsto.
No sabemos cuál ha sido el motivo de semejante retraso pero hay que reconocer que los de la compañía no han dejado nada en el aire. A las 9 de la mañana ya estaba en la fila de facturación (que ya era tremenda a esa hora) y una hora más tarde nos enterábamos de rebote del retraso. Para cuando he llegado al mostrador eran las 10:25 en punto (más o menos la hora en la que nos han dicho dónde andaba exactamente nuestro avión; adivinadlo... ¡¡camino de Sao Paulo!!) y he tenido suerte porque justo en ese momento llegaba el primero de los autobuses que traslasaba pasajeros al hotel. Por supuesto nos pagan la comida y la cena en el hotel así que, dentro de lo malo, no está tan mal. Lo positivo del asunto es que viajaremos de noche con lo cual podré dormir tranquilamente sin que ninguna luz me moleste...
Lamentablemente no he encontrado a nadie en todo el día que sea de mi grupo de becarios por lo que deduzco que ya están todos allí o en camino. No obstante sí que me he topado con gente que va también a estudiar (aunque no van a la Beijing Foreign Studies University [BFSU en adelante], como yo) y son muy majos así que entre esos que me amenizan la comida y la espera y la tele e Internet disponibles en la habitación pues bueno, ni tan mal, ¿no creéis?
Ya os contaré más cuando llegue... ¿pasado mañana?